Pasta gratinada con boloñesa

Si viera esto Anna, imagino que se quedaría horrorizada, pero bueno. Hice la receta de auténtica boloñesa que aprendí en uno de sus cursos (no exactamente, pero casi) y sobraba, así que me inventé un gratinado con la segunda mitad.

La boloñesa, como puede verse en la foto, es una salsa o casi un guiso que lleva muy poco tomate. Los detalles se pueden ver en un libro de cocina italiana purista, o si estáis en Sevilla y alrededores os recomiendo los amenos cursos de Anna. Lo fundamental es que el sofrito se hace con cebolla-apio-zanahoria (yo ya no hago otro), y la carne se cocina mucho rato (una hora, por ejemplo), con vino y con caldo. El resultado es una carne de una ternura imposible, suave, aunque no me quedó tan sabrosa como me habría gustado.

Pues este reciclado es bien sencillo: para tres porciones grandes o cuatro pequeñas, hacemos una bechamel con algo menos de medio litro de leche y cocemos unos 200 gramos de pasta. Ponemos en capas bechamel-pasta-boloñesa-un poco de bechamel pero poca, rematamos con queso. Y al horno a 180º, unos 20 minutos.

Alubias verdinas en caldo de marisco

Este es un plato muy sencillo de hacer si ya tenemos caldo de pescado o marisco.Si lo usamos de tetrabrik, el Aneto de marisco es muy bueno.

Para dos personas con mucha hambre:
Un vaso de alubias verdinas en seco, remojadas (el volumen será casi el doble).
Un puerro, limpio y picado.
Una zanahoria, pelada y picada.
Medio litro de caldo de marisco.

Sofreír con aceite de oliva y en una olla rápida el puerro. Tras un par de minutos, añadir las verdinas y la zanahoria. Cubrir de caldo. Cerrar la olla. Dejar que suba la válvula según las instrucciones de cada máquina, que es diferente; necesita algo menos de tiempo que las alubias blancas.

Al final, si queremos hacer un plato especial para las visitas, se le puede echar un poco de pescado sabroso o unos langostinos pelados que cuezan un minuto o dos.