Ramen (sopa de fideos udon)

En Film & Food nos retaban a publicar hoy una receta asiática con algún ingrediente de temporada, después de comentar una película romántica y en mi opinión bastante  triste, In the Mood for Love.  El reto me hizo pensar en mi propia historia de amor, de la que os cuento un pedacito.

Esto de aquí es una sopa de fideos japonesa o “ramen”, aunque aquí hemos llamado ramen solamente a la versión precocinada. Lo rosa se llama “naruto” y es una versión del surimi. Además del medio huevo cocido y el alga nori, lleva unas láminas de carne de cerdo asada, y por supuesto fideos. Y la foto está tomada por mi marido, la víctima de mis experimentos culinarios, en Octubre pasado durante nuestra luna de miel en San Francisco.

Ese tipo de plato de fideos los japoneses lo consideran un plato de comer en la calle, no comida casera, pues la elaboración del caldo característico es bastante compleja. Es fundamentalmente un consomé de huesos de ternera y pollo con algunos ingredientes vegetales o incluso marinos, y es importante que quede transparente. Esta fue nuestra primera cena del viaje, remate a un día maravilloso, y para recordar aquella luna de miel, he intentado recrear el plato con los elementos a mi alcance. Aún no me sale como yo quiero, pero seguiré practicando.

Necesitas para dos raciones bien grandes:

Medio litro o un poco menos de caldo de pollo, ternera o mezclado, perfectamente desgrasado.
Medio litro de dashi. Yo lo hago vegetariano: un litro de agua, un trozo de alga kombu, entre una y tres setas shiitake secas remojadas previamente, y un puerro muy limpio aprovechando bastante de la parte verde si tiene buen aspecto. Se cuece 20 minutos y se cuela. Puedes aprovechar las setas, pero no las verduras.
Unos 50 gramos por persona de fideos udon. Puedes usar otros fideos orientales de trigo si lo prefieres. No uses pasta italiana ni fideos de arroz (los fideos de arroz pueden hacer el plato apto para celíacos).
“Relleno” a tu gusto. Algunas opciones son:

    • Puerro (sólo lo más blanco) cortado en rodajas.
    • Zanahoria cortada en rodajitas muy finas.
    • Huevo cocido, o cuajado en el caldo hirviendo.
    • Setas shiitake en tiritas. Las que has usado al hacer el dashi, por ejemplo.
    • No lo he probado, pero seguro que los champiñones normales le sientan bien, en pequeña cantidad.
    • Un trocito de alga nori.
    • Un poco de carne asada.
    • Cebolleta cruda.
    • Tofu cortado en trozos, frito o tal cual.
    • Naruto, surimi, o marisco cocido y pelado. Yo no he encontrado naruto y no me gusta ponerle surimi.
    • Aceite de sésamo.

Preparación:
Mezcla los dos caldos en una olla y caliéntalos. El único ingrediente que se puede cocer en él son las verduras. Dales sólo un par de minutos, lo justo para que estén un poco hechas pero aún crujientes.

Cuece aparte la pasta, en agua sola. Ponla en los tazones con una cucharadita de aceite de sésamo. Vierte el caldo caliente por encima y añade los “rellenos” que más te gusten, pero sin pasarte. ¡Tres sabores distintos es más que suficiente!

En la foto, demasiados fideos udon para poco caldo. Puerro, cebolleta cruda, seta shiitake, y un huevo cuajado. Una foto apresurada; una cena con mucho cariño de mi matrimonio recién estrenado.

Pasta gratinada con boloñesa

Si viera esto Anna, imagino que se quedaría horrorizada, pero bueno. Hice la receta de auténtica boloñesa que aprendí en uno de sus cursos (no exactamente, pero casi) y sobraba, así que me inventé un gratinado con la segunda mitad.

La boloñesa, como puede verse en la foto, es una salsa o casi un guiso que lleva muy poco tomate. Los detalles se pueden ver en un libro de cocina italiana purista, o si estáis en Sevilla y alrededores os recomiendo los amenos cursos de Anna. Lo fundamental es que el sofrito se hace con cebolla-apio-zanahoria (yo ya no hago otro), y la carne se cocina mucho rato (una hora, por ejemplo), con vino y con caldo. El resultado es una carne de una ternura imposible, suave, aunque no me quedó tan sabrosa como me habría gustado.

Pues este reciclado es bien sencillo: para tres porciones grandes o cuatro pequeñas, hacemos una bechamel con algo menos de medio litro de leche y cocemos unos 200 gramos de pasta. Ponemos en capas bechamel-pasta-boloñesa-un poco de bechamel pero poca, rematamos con queso. Y al horno a 180º, unos 20 minutos.

Empanadillas de pollo y alcachofas.

Este plato funciona mejor con sobras de pollo, asado o cocido. Por eso no incluyo cantidades.

Deshilamos el pollo. La carne pegada a los huessos de cuartos traseros es lo mejor.
Podemos usar una lata de alcachofas o unas cuantas alcachofas congeladas, cocidas.La cantidad de alcachofas debe ser un poco menos, en volumen, de la cantidad de pollo.

Picamos y freímos una cebolla y le añadimos el pollo deshilado, y las alcachofas troceadas. Lo usamos para rellenar unas empanadillas tipo La Cocinera y luego podemos freír u hornear, al gusto. En casa preferimos barnizarlas de huevo y hornearlas 10-15 minutos