La harina que se vende como integral no lo es; es harina blanca con un extra de salvado añadido a posteriori. Esta mezcla da un sabor suave, con un toque del salvado pero sin resultar pesada y permitiendo que los bizcochos queden tiernos y dulces. Se puede mezclar a mano, el uso de robot de cocina o termomix ayuda a conseguir una textura aún mejor, pero no es necesario.
Para un kilo:
750 gr de harina de repostería (sin levadura añadida, eso viene luego)
200 gr de salvado de trigo.
200 gr de salvado de avena.
60 gr de levadura química.
Si se hace sin máquina, poner todo en un cacharro grande y hermético y revolverlo todo muy, muy bien.
Con máquina:
Pesar la harina usando el recipiente hermético donde se va a guardar (cuidado de descontar la tara).
Mezclar los dos salvados y triturar 10 secs a alta velocidad (termomix: 7-10). Añadir la levadura. Completar la capacidad máxima de la máquina con harina y triturar otros 10 sec a velocidad alta-media (termomix: 6). Volcar el contenido en el recipiente donde lo vamos a guardar todo y mezclar bien.
Listo para todos los bizcochos y magdalenas que quieras.