Gratinado de verduras de primavera

Vegan Planet recomendaba acompañar este plato de verduras con tostadas untadas de algún tipo de paté proteínico, como por ejemplo puré de alubias blancas al ajo. Nosotros lo tomamos de plato único porque llevaba bastante trabajo, y creo que iría perfecto con unas chuletitas de cordero o unos huevos.

1/2 kg patatas nuevas pequeñas.
3 cebolletas picadas
1 calabacín, cortado en rodajitas.
1 taza de tomates cherry, o pelados de lata.
1/4 kg de espárragos trigueros.
1/4 taza de caldo, y si no hay tan poco, agua.
3/4 taza de pan rallado.
1/4 taza de almendra fileteada o troceada (cruda).

Precalentar el horno a 200º C. Hervir las patatas sólo 5 o 10 minutos.

Rehogar brevemente las cebolletas.

Colocar las verduras en capas en una fuente de horno en el orden indicado en los ingredientes. Verter el caldo por encima.

Mezclar en un cuenco dos o tres cucharadas de aceite, el pan rallado, y alguna especia o hierba que te guste y que combine con las verduras, desde pimentón a salvia, lo que más te guste. Espolvorea todo uniformemente sobre las verduras, y remata con las almendras.

Hornea hasta que esté dorado y las verduras estén tiernas, unos 45 minutos. Deja reposar 5 minutos antes de servir.

 

Tarta de calabaza a la americana

Hago esta receta una vez al año y ni una más, porque es un trabajazo. Es uno de los platos favoritos de la víctima de mis experimentos.

Ingredientes:
Los de tu receta favorita de masa quebrada, o masa quebrada congelada.

Para la capa de galleta:
1/4 taza de nueces molidas.
1/4 taza de galletas de jengibre o en su defecto Digestive, machacadas.

Relleno:
3 huevos grandes.
2 tazas o 400 gramos de puré de calabaza cocida. La butternut es mejor. Pasad olímpicamente de la calabaza naranja de adorno tipo Halloween.
1/2 taza (120ml) de nata de 30% para arriba.
1/2 taza (110 gramos) de azúcar moreno.
2 cucharaditas de postre de mezcla de canela, jengibre, clavo, nuez moscada en la combinación que prefieras.

Paso 1: Haz la receta de masa quebrada que más coraje te dé. La de Vegan Planet, por ejemplo.

Paso 2: Coge una calabaza butternut mediana-pequeña, pártela por la mitad, pélala, trocéala, y cuécela sin nada de agua, 100º, 20 min, vel 2.

Estos dos pasos es una buena idea hacerlos con alguna antelación. La masa debe reposar al menos media hora, y el puré de calabaza debe estar frío para no cuajar los huevos al batirlos.

La base: Coloca la masa en una superficie enharinada y extiéndela hasta formar un círculo de unos 35 cm de diámetro. Extiende siempre del centro hacia afuera. Pásala a un molde para tartas de unos 25 cm de diámetro. Arregla los bordes procurando no cortar mucho porque encojerá al cocer. Métela en el frigorífico mientras haces el relleno.

Coge un cuenco y bate ligeramente los huevos. Añade los demás ingredientes y no batas: mezcla. Batir poco reduce las posibilidades de que el relleno se agriete al hornearse.

En la termomix, tritura las galletas y las nueces. Yo les doy 5 secs vel 5 y 5 secs vel 7. Colocar en una bandeja de horno y tostar ligeramente. Yo las meto en el horno frío, con la temperatura a 190º que es la que tiene que tener cuando se hace la tarta, y las saco en 10 minutos. Distribuir esta mezcla uniformemente sobre la base de la tarta. Colocar la rejilla del horno un poco más baja que el centro.

Rellenar la base y hornear durante 45-55 minutos hasta que el relleno cuaje y la corteza esté dorada. El centro puede tener aun aspecto húmedo.  Si se inserta un cuchillo a unos 2-3 cm del borde saldrá casi limpio.

Sacar del molde si es de los que se les separa el fondo de las paredes, o de silicona. Si no, no pasa nada. Enfriar y comer a temperatura ambiente. Guardar las sobras en el frigorífico.

Siempre me queda fea. Pero a mi víctima no parece importarle.

Ramen (sopa de fideos udon)

En Film & Food nos retaban a publicar hoy una receta asiática con algún ingrediente de temporada, después de comentar una película romántica y en mi opinión bastante  triste, In the Mood for Love.  El reto me hizo pensar en mi propia historia de amor, de la que os cuento un pedacito.

Esto de aquí es una sopa de fideos japonesa o “ramen”, aunque aquí hemos llamado ramen solamente a la versión precocinada. Lo rosa se llama “naruto” y es una versión del surimi. Además del medio huevo cocido y el alga nori, lleva unas láminas de carne de cerdo asada, y por supuesto fideos. Y la foto está tomada por mi marido, la víctima de mis experimentos culinarios, en Octubre pasado durante nuestra luna de miel en San Francisco.

Ese tipo de plato de fideos los japoneses lo consideran un plato de comer en la calle, no comida casera, pues la elaboración del caldo característico es bastante compleja. Es fundamentalmente un consomé de huesos de ternera y pollo con algunos ingredientes vegetales o incluso marinos, y es importante que quede transparente. Esta fue nuestra primera cena del viaje, remate a un día maravilloso, y para recordar aquella luna de miel, he intentado recrear el plato con los elementos a mi alcance. Aún no me sale como yo quiero, pero seguiré practicando.

Necesitas para dos raciones bien grandes:

Medio litro o un poco menos de caldo de pollo, ternera o mezclado, perfectamente desgrasado.
Medio litro de dashi. Yo lo hago vegetariano: un litro de agua, un trozo de alga kombu, entre una y tres setas shiitake secas remojadas previamente, y un puerro muy limpio aprovechando bastante de la parte verde si tiene buen aspecto. Se cuece 20 minutos y se cuela. Puedes aprovechar las setas, pero no las verduras.
Unos 50 gramos por persona de fideos udon. Puedes usar otros fideos orientales de trigo si lo prefieres. No uses pasta italiana ni fideos de arroz (los fideos de arroz pueden hacer el plato apto para celíacos).
“Relleno” a tu gusto. Algunas opciones son:

    • Puerro (sólo lo más blanco) cortado en rodajas.
    • Zanahoria cortada en rodajitas muy finas.
    • Huevo cocido, o cuajado en el caldo hirviendo.
    • Setas shiitake en tiritas. Las que has usado al hacer el dashi, por ejemplo.
    • No lo he probado, pero seguro que los champiñones normales le sientan bien, en pequeña cantidad.
    • Un trocito de alga nori.
    • Un poco de carne asada.
    • Cebolleta cruda.
    • Tofu cortado en trozos, frito o tal cual.
    • Naruto, surimi, o marisco cocido y pelado. Yo no he encontrado naruto y no me gusta ponerle surimi.
    • Aceite de sésamo.

Preparación:
Mezcla los dos caldos en una olla y caliéntalos. El único ingrediente que se puede cocer en él son las verduras. Dales sólo un par de minutos, lo justo para que estén un poco hechas pero aún crujientes.

Cuece aparte la pasta, en agua sola. Ponla en los tazones con una cucharadita de aceite de sésamo. Vierte el caldo caliente por encima y añade los “rellenos” que más te gusten, pero sin pasarte. ¡Tres sabores distintos es más que suficiente!

En la foto, demasiados fideos udon para poco caldo. Puerro, cebolleta cruda, seta shiitake, y un huevo cuajado. Una foto apresurada; una cena con mucho cariño de mi matrimonio recién estrenado.

Pasta gratinada con boloñesa

Si viera esto Anna, imagino que se quedaría horrorizada, pero bueno. Hice la receta de auténtica boloñesa que aprendí en uno de sus cursos (no exactamente, pero casi) y sobraba, así que me inventé un gratinado con la segunda mitad.

La boloñesa, como puede verse en la foto, es una salsa o casi un guiso que lleva muy poco tomate. Los detalles se pueden ver en un libro de cocina italiana purista, o si estáis en Sevilla y alrededores os recomiendo los amenos cursos de Anna. Lo fundamental es que el sofrito se hace con cebolla-apio-zanahoria (yo ya no hago otro), y la carne se cocina mucho rato (una hora, por ejemplo), con vino y con caldo. El resultado es una carne de una ternura imposible, suave, aunque no me quedó tan sabrosa como me habría gustado.

Pues este reciclado es bien sencillo: para tres porciones grandes o cuatro pequeñas, hacemos una bechamel con algo menos de medio litro de leche y cocemos unos 200 gramos de pasta. Ponemos en capas bechamel-pasta-boloñesa-un poco de bechamel pero poca, rematamos con queso. Y al horno a 180º, unos 20 minutos.